Este es un relato de un asesinato
el cual lo hace una persona que asegura no tener trastornos metales.
Empieza a describir paso por paso
el asesinato hacia un anciano, del cual le incomodaba su mirada tan penetrante
y fría, asegura que no lo hizo en búsqueda de un lucro económico, sino que por
la incomodidad que le producía esa mirada.
Cada noche entraba al cuarto del
hombre de la mirada, con una linterna, sigilosamente abría la puerta y en
silencio entraba y alumbraba el ojo, el ojo frio de la mirada que lo
incomodaba, así pasaron barios días, el mismo procedimiento, hasta que en un
momento de descuido hizo demasiado ruido el cual alerto al personaje que se
encontraba descansando en su dormitorio, la presencia de esta persona que le
incomodaba esa mirada, ese ojo, hizo que se empezara a angustiar, y en un
momento dado este loco alumbro su ojo, el cual está abierto, y al oír los
latidos tan rápidos que le causo el miedo, decidió quitarle la vida. Así mismo
después de esto, opto por enterrarlo en el suelo de la habitación, horas
después llegaron unos agente a ver qué era lo que pasaba, y en medio de su
locura ya que este personaje aun seguía oyendo los latidos de la persona que
había asesinado decidió confesar que lo había matado.
Siempre asegurando que no estaba
loco, sino que simplemente le molestaba los ojos tan fríos y penetrantes de la
persona a la cual le quito la vida.
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